Que Malasaña sea un barrio con nombre femenino no es casualidad, sus calles y sus casas han albergado a destacadas mujeres desde hace más de un siglo. Y nos parecía apropiado, para conmemorar el próximo 8 de marzo, hacer un breve repaso por algunas de esa calles emblemáticas de los alrededores de nuestro instituto;)
Dos mujeres valientes que marcan la historia del Barrio de Malasaña son Manuela Malasaña (que da nombre al barrio) y Clara del Rey. A comienzos del siglo XIX Madrid resiste el asalto de las tropas Napoleónicas y estás dos mujeres se convierten en símbolos de la rebelión por su sacrificio. Por un lado Manuela Malasaña, una costurera que fue hecha prisionera en la revuelta del 2 de Mayo y a la que se ejecutó por llevar unas tijeras de costura como arma. Por otro Clara del Rey estuvo ayudando a los defensores y murió por la metralla de una bala de cañón que la alcanzó en la frente.Pero Rosa no es la única mujer que marca la diferencia
desde este barrio, nombres como Loreto Prado, Clara Campoamor, Maria
Lejárraga son dignos de recordar.
Loreto Prado fue una actriz que representó a la mujer castiza en todo su esplendor. Nacida en la calle de la Madera empezó a pisar las tablas con apenas 14 años, tras vencer la fuerte oposición de su madre. En el barrio en esa época había una fuerte corriente cultural y había tres teatros. Loreto entra en la compañía de Teatro Martín junto al que sería su inseparable pareja durante años, Enrique Chicote. Llegaron a tener teatro propio: El cómico.
En 1931 fue elegida diputada por el Partido Radical cuando se proclamó la Segunda República, y aprovechó la circunstancia para defender a ultranza el derecho al voto de la mujer, la no discriminación por cuestión de sexo y la igualdad jurídica entre hijos e hijas habidos dentro y fuera del matrimonio, entre otras cuestiones, enfrentándose, incluso a la propia izquierda.
Está considerada como la mujer que consiguió el voto femenino.
Por último Maria
Lejárraga fue quizás una de las dramaturgas y escritoras más importantes de
la historia de este país, pero que igual que otras autoras de la época tuvo que
esconderse bajo un seudónimo por la presión de una sociedad conservadora que no
entendía que una mujer podía escribir sobre temas fundamentales. María decide
escribir obras de teatro escondiéndose tras el nombre de su marido. Los actores
esperaban sus directrices sabiendo que era ella quien había escrito las obras
teatrales.
María
se volcó también desde su casa de la Calle Manuela Malasaña
número 18, en defender la visibilidad
de las mujeres en el mundo de la cultura de los años 20 y llegó
a ser elegida diputada
por Granada, en 1933.
No hay comentarios :
Publicar un comentario